Pocos seres humanos pueden presumir de haber sido explotados seis veces y de seis maneras diferentes, de forma sucesiva e incluso simultánea en el tiempo, pero los habitantes de la Colonia Sado tienen esa suerte, ese raro, raro privilegio de haber sufrido tanto, y lo que les queda. Aunque su verdadero nombre es Colonia Sado, siempre hay ignorantes que la llamarán Colonia Sedo, Sedó, Sedò o Sido. No les hagamos caso. Es mera falta de cultura producto de la Wikipedia.
Como hemos dicho, la Colonia Sado es un lugar privilegiado para estudios de campo de la explotación en todas sus formas, para comprobar en la práctica las teorías del materialismo histórico, cuando no dialéctico, en todos sus matices de la relaciones económicas y socio-laborales. Sin más pormenores, describamos las seis formas de explotación:
Según la PRIMERA, los habitantes de Sado, o sadomitas, fueron explotados como trabajadores de la colonia textil, esa especie de campo de concentración en miniatura con derecho a comida, agua y luz, y la satisfacción de poder cantar en el coro delante del amo. Este mundo feliz inspiró la conocida película Sado o los 120 días de Goma. Los más viejos todavía recuerdan con nostalgia esta época. No hay nada como trabajar a gusto para otro que no trabaja.
Según la SEGUNDA, los sadomitas (SD) fueron explotados luego como pobres. Ya que no basta con ser explotado como trabajador, hay que serlo de todas las formas posibles porque al Capital le gusta la jodienda, y le sigue gustando ahora, sigue jodiendo igual, aunque ya no le llamen así. ¿Cómo fue eso? ¿Y qué paso? El amo se largó, sin escuchar el coro ni nada, y cerró la fábrica. Condenando a los SD al paro, a sobrevivir en casas con amenaza de ruina, no tenían otro sitio donde meterse, y a pinchar el agua y la luz. Un escenario ideal para criar a los hijos. Lo peor es que ya no podían cantar a nadie. La voz de su amo se apagó.
Según la TERCERA, fueron explotados como votantes. El ayuntamiento de turno les prometió que se arreglaría su situación. "Queridos SD, vamos a sacarles de esta situación anómala y que avergüenza a toda la comunidad. Esto va a ser como un paraíso, ya verán, se lo prometo". De la gran remodelación y construcción de viviendas dignas no se hizo nada de nada, sólo se hizo, ¡se hizo!, lo que mejor saben hacer los burócratas aseados: destruir. La demolición les encanta. Así que demolieron parte de las ruinas. Y ya está. La única mejora apreciable es que la Iglesia Bendita Gloria, la iglesia de la Colonia Sado, resalta como nunca, destaca en este escenario de desolación. Recordemos también que en su interior reposa la reliquia del SHA. Bendita gloria.
[Después de los desahucios, la demolición es el entretenimiento favorito en los círculos alegres de la administración. La Colonia Sado no iba a ser menos]
Según la CUARTA, fueron explotados como sujetos fotográficos. Como no tenían bastante con lo suyo, tenían que soportar el acoso de miles de fotógrafos necrófagos, de verdaderos carroñeros de la fotografía, en busca de mugre y decadencia, que se peleaban entre ellos para ver quién se llevaba a casa la mejor fotografía de las casas ruinosas y la iglesia tapiada. Tal cual escarabajos peloteros, se afanaban en hacer bolas de mierda para llevarlas rodando a sus hogares. Había que verles la cara de satisfacción al llegar a casa: "Mira qué gran mierda he traído cariño. Déjame que se la enseñe a los niños. Hoy dormiré feliz".
Según la QUINTA, y van cinco, los SD fueron explotados como sujetos sexuales. Toda la zona y los alrededores, a las dos orillas del cristalino Llobregat, y a los dos lados de la carretera C-55, se convirtieron en zona declarada de cruising. Preferiblemente con cita, y mejor de noche, porque los ciclistas vestidos de payaso, los andadores con palos y los moteros plagan la zona como langostas. El infierno de esperma, sudor y torsos desnudos estalló como una bomba. De hecho, esta es la verdadera Pasión de Olesa y Esparreguera. Las dos poblaciones compiten por el cruising rural extremo. La población rural es muy apasionada. Todo es muy húmedo.
Según la SEXTA, y última, fueron explotados, aunque esta fue una explotación grata, por el SHA. El SHA tuvo el detalle de agasajarles con su presencia. No podían cantar en el coro frente al amo, pero a cambio podían ver el SHA, alguno incluso tocarlo. Bendita gloria. Este momento inolvidable fue inmortalizado con el gran molde del SHA, bendita gloria en el interior de la iglesia de la Bendita Gloria. ¡Dios bendiga al SHA! El final feliz era obligado después de tantas penurias.
[Addenda: Se estudia la concesión del Record Guinnes Mundial en explotación a los SD de la Colonia Sado. Se lo han ganado a pulso. Trabajadores, Pobres, Votantes, Fotomártires, Cruzados del sexo y Figurantes del Imperio ¡Un entusiasta aplauso para ellos!]