domingo, 26 de septiembre de 2010

Fuga de cerebros...



Este es uno de esos casos en que no se sabe si es mejor reír o llorar. El interés académico no se ve por ninguna parte, realización pésima -a no ser que se trate de la última moda en películas experimentales...- y dudoso gusto. Sobre todo un ¡hurra! por el cámara, ¡felicidades!, seguro que pasas a la posteridad por tu raro sentido del equilibrio. Al menos puede servir para contextualizar las tres actitudes básicas de un estudiante de medicina o medicina forense ante su primera autopsia:
1. La risa idiota y nerviosa, con chistes de mal gusto como mecanismo de defensa.
2. La cara de asco y la carrera para ver quién llega antes al lavabo para vomitar.
3. La indignación ante la falta de consideración por el ser humano y el ambiente como de fiesta macabra al lado del cadáver.

Es como una prueba de resistencia, un test para hacer en casa delante del ordenador. Usted querido internauta ¿cuál cree que sería su reacción? -¡Y no vale hacer trampas!
Manden las respuestas a donde crean conveniente. Abstenerse bolsas con vómito y similares, por favor.