miércoles, 7 de marzo de 2012

El pago de la deuda

Todos tenemos que vivir una vida perfecta en este mundo, como sabemos todos, una cosa muy fácil, todo viene de cara. Al menos así lo hizo el hijo de... Dios, que llevaba ventaja al ser el primero y no existir las inmobiliarias y los bancos y los picapleitos. Este Hijo de... Dios, el señor Jesucristo, fue capaz de pagar, un héroe el hijo del carpintero..., el precio del pecado, más que un chalet en la Costa azul, cuando murió en nuestro lugar en la cruz del Calvario. No sé ustedes, pero no lo he notado. Me parece que por mí no murió este Hijo de... Dios. Sigo con la hipoteca y con las deudas. Lo tendrán que colgar otra vez a ver si hay suerte.

Fue Dios en forma de hombre, un banquero, ya decía yo, llevando el castigo que nosotros no merecíamos, ya te digo, pagando a tocateja la deuda que no era suya para cancelar la deuda que nosotros nunca podremos pagar. Eso seguro. Ni nosotros ni los nietos ni lo taratanietos. Pedro, el pescador con barba, 1 Pedro3:18, tenía una idea similar: "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios" Pues no se nota. Se colgaría mal. Pero se agradece el esfuerzo, y la sangre, roja como los números rojos.

Por supuesto, esto no significa que tengamos paz con Dios de manera automática. Si ya decía...Debemos pedir su perdón y trabajar gratis is hace falta, alejarnos de todo lo que sabemos que está mal y pedir a Cristo Jésus... Jesús... Gracias - No hay de qué... resucitado que entre en nuestras vidas como Salvador y señor. Aquí sólo entran los del deshaucio, Cristo señor.. por cierto, ¿ya se ha lavado después de resucitar?

Y también se nos dará la oportunidad de un nuevo comienzo en la vida, con casa, coche y mujercita nuevos. O ver para creer el Corintio: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" Amén, 2 Corintios 5:17, pasta gansa para todos, oro hasta en la bañera y la grifería.
Junto con algo más, el premio especial, la motivación y el poder necesarios para vivir un nuevo estilo de vida. ¡Ah, el Alfa Romeo! Lo estoy deseando Hijo de... Dios... Y, para mañana, qué hay de comer, es que me está entrando hambre Hijo de... Dios. No es por nada, habla con el Banco Central, con el capo, Papá, a ver si suelta algo de pasta, Jesús -Gracias.