miércoles, 12 de febrero de 2014

El complejo de Edipo: Mamá no Mama



El doctor Freud era muy aficionado a jugar a papás y mamás, era lo que más le gustaba aparte de la  cocaína. De tanto jugar, inventó una teoría sobre muñecas y muñecotes que denominó el complejo de Edipo. Puede parecer complicado, pero en realidad es muy simple, sólo se trata de seguir las fases, e incluso los psicólogos, psiquiatras, y los mismos psicoanalistas, gente un poco obtusa por lo general, pueden entenderlo sin mucho esfuerzo. Les animo a ello. ¡Juntos podemos!

En la primera fase, el bebé se da cuenta de algo muy sencillo: mamá no mama. Analicemos esta proposición: a) Mamá, ella, no mama, esto está claro. b) Mamá no mama, soy yo el que mamo. Esto ya introduce un refinamiento discursivo. Y, por último, c) Yo, que mamo, soy el que mamo. Lo que nos lleva a la construcción del self, al nacimiento del yo pegado al pecho: YO soy aquel que mama. Mamá no mama, pero YO sí, yo sí que mamo, y tanto. YO mamo y, más allá. YO mamo, luego soy. Es el privilegio que tengo. Mamar y no otra cosa es lo que hago y soy lo que hago. Así que literalmente, el bebé es un mamón. Lo sentimos por la expresión; así se vive el bebé en su intimidad, como un verdadero, excelso, dedicado mamón.

Ahora bien, el bebé a medida que crece no tarda en observar, o imaginar, que a lo mejor mamá sí que mama, quizá a él no, pero sí a papá. ¡A papá, a papá sí! Aquí entramos en la segunda fase. Más conflictiva. Claro que es sólo lo que se imagina, porque en la mayoría de los casos no hay forma de que mamá mame a papá. Ya lo sabemos. Pero cómo él, el mamón -¿recuerdan la primera fase- no lo sabe, empieza a mirar mal a papá, lo odia, ¿la mamá mama a papá y no lo mama a él? ¡Cómo puede ser eso! ¡Es una injusticia! ¡El mundo es injusto¡ No se lo perdonará nunca, incluso deseará matarlo.


En fin, más crecidito, el mamón buscará madres sustitutas que le den lo que su mamá da a papá pero no le da él. En terminología técnica psicoanalítica, buscará mamonas. Es la fase culminante, la última y tercera fase, lo que se llama la fase de resolución del complejo de Edipo. En la medida que el mamón tenga suerte y encuentre una o varias mamonas que mamen, si es posible repetidas veces, resolverá su complejo y será un hombre adulto, un hombre de provecho, útil a la sociedad. En caso contrario, es un parásito condenado al infantilismo, el fracaso social, la baja autoestima y al mamoneo esporádico con otros mamones. Estadísticamente, cada mamón fracasado, es un cliente potencial para los médicos de la mente, otros mamones que inventaron el complejo. Sólo aquellos mamones declarados que superan el complejo a golpe de mamadas -se sobreentiende, sin pagar-, consiguen convertirse en los impulsores de la productividad de la sociedad, en los agentes del cambio histórico. Este es el verdadero sentido de la frase de que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, aunque habría que decir mejor, delante, mejor delante. Estos mamones, concluyo, son la clave y la esperanza del futuro.

4 comentarios:

  1. LA MAMÁ NO FELA A CUALQUIERA, LA MAMÁ NO MÁMA SINO QUE SE LA MÁMA A PAPÁ... DEPENDE DEL HIJO... A MÍ ME LA MAMÁBA MI ABUELA Y ME GUSTABA, ME DABA UN GUSTIRRÍN... PERO PAPÁ NO MAMÁBA A MÁMÁ SINO QUE LA ... PERO ESO YA LO SABEING

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  2. Caramba , te pasaste cuatro pueblos, o 12. Pero me mondado de risa. Muy ingenioso lo de mamás para todo.

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  3. Habría que ahondar mucho más en el tema, siento la superficialidad. Por ejemplo, no hemos tratado las mamadas mamonas, aquellas con dientes, o los mamones mamados, que pierden la vida en las carretera, y se sacrifican para que haya algo que contar en la TV. Gracias por su atención.

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