lunes, 7 de junio de 2010

Doble ataúd

Algunas víctimas de secuestros se ven encerradas en el sentido literal del término. Colleen Stan, que tuvo la mala suerte de convertirse en esclava sexual, paso años emparedada en un doble cajón de madera. Otra desafortunada víctima, Estefanía Slater explicó con todo lujo de detalles que su raptor la llevo a un garaje a oscuras. Tuvo la amabilidad de decirle que "esperaba que no fuera claustrofóbica, porque iba a entrar en una caja que está dentro de otra". Y no eran precisamente muñecas rusas, sino un ataúd colocado dentro de un contenedor con ruedas. Es de suponer, que para aumentar la movilidad y comodidad a la hora de moverla por la casa. Por si fuera poco, la esposó, vendó y amordazó. Esta genuina momia egipcia, aparte de pasar frío, creyó que ya había muerto. "Tenía tanto frío que pensaba que estaba muerta". En la oscuridad total, cuenta que se le apareció Cristo en persona. Morir, no murió, pero al explicar esta historia tuvo tal impacto y fue tan conmovedora que no sólo lloró el jurado, sino también el secuestrador, emocionado y compungido por su crueldad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario